"Orígenes de lo flamenco" de Blas Infante

BLAS INFANTE, ORÍGENES DE LO FLAMENCO Y SECRETO DEL CANTE JONDO, CÓRDOBA, ALMUZARA, 2022

REEDICIÓN NECESARIA DE UN CLÁSICO DE LA BIBLIOGRAFÍA FLAMENCA

 


Muchas obras de la bibliografía flamenca cada vez más lejanas y difíciles de encontrar merecen una reedición para acercarlas a los aficionados e investigadores del presente siglo XXI. Por muy discutidas o discutibles que sean, como ocurre con la últimamente vilipendiada Mundo y formas del cante flamenco de Molina y Mairena, es necesario revisitarlas, verlas en su contexto y, como decimos, actualizar su valor empezando por la reedición.

Esto ha ocurrido por fortuna con la obra que comentamos, el tan citado libro de Blas Infante (1885-1936), Orígenes de lo flamenco y secreto del cante jondo, de 1929-1933, que Almuzara ha editado pulcramente. La Junta de Andalucía editó edición facsímil en 1980 con motivo del 125 aniversario del nacimiento del escritor (puede verse en Internet). En la portada puede leerse: “La música andaluza flamenca o jonda ha debido de corresponder en sus orígenes a prácticos estados históricos de soledad y tristeza; o de tremendas desesperaciones”, visión o interpretación que ha tenido muchos seguidores y que ahora, sobre todo con la aportación de Antonio Manuel, se ve reforzada, no sin polémicas y debates.

Aclaran los editores que han querido respetar al máximo el original, incluso “algunas rarezas ortográficas”. Blas Infante ha consultado para su obra buen número de monografías y artículos de flamenco, algo importante para el método científico. De hecho, critica los acercamientos o estudios impresionistas, arbitrarios, imaginativos o subjetivistas, de lo que está llena la bibliografía sobre flamenco hasta hace no tanto tiempo.

Defiende Infante el carácter individual del flamenco, porque también lo es el pueblo andaluz; se hace, dice, en soledad generalmente, y lo relaciona con estados de soledad y tristeza. Valoramos mucho que se acuerde de la cuarta pata del flamenco, la copla o letra flamenca. Con sus argumentos no duda en cuestionar las interpretaciones de estudiosos y musicólogos como Pedrell o Julián Ribera, por no profundizar, o carga, con respeto, contra Demófilo, al afirmar que el flamenco sí es popular, y contra éste y Rodríguez Marín, negando que haya coplas flamencas gachonales frente a gitanas.

Trata de responder con su ensayo a una serie de preguntas sobre lo flamenco: cuándo, por qué y cómo se llegó a manifestar. Y empieza por la propia etimología del término flamenco, sugiriendo que tiene su origen en palabras árabes, felahmengu, “labrador huido o expulsado”.

Una obra germinal, que liga totalmente el flamenco a Andalucía, que se ayuda de diferentes ramas del saber, en palabras de uno de los prologuistas, Antonio Manuel. A tener en cuenta en su contexto histórico, casi un siglo después, y que es bueno que gracias a la reedición cualquiera pueda acceder, en papel, con facilidad a su contenido. Influyó e influye en muchos flamencólogos. El debate continúa.

                                                                                                                                JOSÉ CENIZO JIMÉNEZ