"Díselo" de Rafael Domínguez Villa

 RAFAEL DOMÍNGUEZ VILLA, DÍSELO, AMAZON, 2021

 NUEVAS LETRAS PARA VEINTITRÉS ESTILOS DEL FLAMENCO

    


       

Si algún cantaor o cantaora se quejara de la ausencia de nuevas letras para el/su cante, sería sencillamente absurdo porque hay muchos libros de nuevas letras, de autoría individual o colectiva (por cierto, prácticamente todos de hombres los libros de autoría individual, aunque hay muchas mujeres que escriben letras y reciben premios por ello). Otra cosa es que el artista no acceda a ellos o los desconozca. Un ejemplo de ello es el libro Díselo, de Rafael Domínguez Villa. Nacido en Brasil en 1963, es economista y autor de letras flamencas que han merecido premios como los de la Asociación Hijos de Almachar de Baracaldo, García Loca de la peña La Fragua de San Fernando (Cádiz) o el Ginés Jorquera de la peña de Cartagena.

Así con estas credenciales podemos decir que encontraremos calidad repartida por las numerosas letras flamencas que, distribuidas por palos o estilos, veintitrés, de diferentes ritmos y características. No faltará, como es natural, alguna más prescindible, con un sesgo culto o literario -entiéndase- un poco ajeno a lo flamenco (como algunas seguiriyas: “Oscura esperanza, / luna dolorosa, / río sin agua, manantial de espinas, / igual que una rosa”) o con un diminutivo algo forzado (“Un día de otoño gris / cuando te veas solita / vas a acordarte de mí / y a morirte de penita”). Pero, como decimos, se sostiene bien en general el libro, de doscientas páginas y la variedad indicada. Calidad más alta hemos visto, a nuestro entender, en las composiciones de tres versos, las soleares:
No me quisiera morir
sin que llegues a quererme
como yo te quiero a ti.
Es mi mayor enemigo
uno que lleva mi nombre
y pasa el tiempo conmigo.
O por bulerías cantando al amor:
Es tu secreto y el mío
el querer que nos juramos
a la orillita del río.
No faltan temas clásicos como Dios (en las saetas), la protesta (en las tarantas) y, claro, el desengaño, el pesimismo, y ese eje que es el amor y el desamor. Nos quedamos con este piropo:
Embobado estoy mirando
tus ojos de caramelo
y me parece que en ellos
están las puertas del cielo.
Una obra recopilatoria de la que nos congratulamos. Lectores y premios ya tienen, sólo faltan voces que la lleven de la tierra al aire. Seguro que sí. 

                                                                                                                                                    JOSÉ CENIZO JIMÉNEZ