Paco Escobar. 2022. Támiris. Columna Música.
Acaba de ver la luz un nuevo trabajo de Paco Escobar. Es un cuarto disco que completa una ya apreciable obra discográfica en la que figuran A contratiempo (2008), Palimpsesto (2012) y Eurídice XXI (2020). Lo titula Támiris, como aquel vate tracio que llegó a ser tan diestro cantando con la lira de compañera que fue nombrado rey de los escitas y que se vanaglorió de superar a las mismísimas musas y fue por ello castigado.
Támiris está estructurado en siete movimientos: “I. Támiris: memoria ancestral” (1. Cuerpo sutil y 2. Ritmo abisal), II. “Matriz de sonido: árbol sefirótico” (3. Oración de luz y 4. Vacío de color), III. Búsqueda del sonido primigenio o vidas pasadas: Kototama (5. Negro pozo y 6. Risa azul), IV. Qi, frecuencia dorada y el éter de luz (7. Zimrah y 8. Ternura), V. Luz blanca: vibración (9. Merkaba y 10. Talismán sufí), VI. Namasté: solsticio de verano (11. Susurro de amante y 12. Ondina) y VII. Renacer, la vuelta de Lázaro y el sonido del alma (13. Oscura voz helada, 14. Diapente, 15. Montaña-pirámide y 16. Espacio de luz).
En ellos nos habla de “un desierto interior” donde “siempre hay espacios de luz”, “hondos silencios” que claman “para nunca ya despertar”, “emociones con líneas, claros y sombras”, sin razas, pueblos, naciones…”, alboradas de “dulce miel”, piedras lejanas en el tiempo que tiñen “muros de dolor”, canciones desesperadas, “sonidos del silencio”, mujeres de agua, “ínsulas extrañas”, “moradas de plenitud”, caricias, placer, amor y, por supuesto, de Támiris, “el músico mejor y el poeta más certero”.
Támiris es un viaje al pasado y un recorrido por los sentimientos presentes. “un paseo poético-narrativo por las emociones humanas” le llama Escobar. Una música sin edad ni fronteras. Un encuentro y un diálogo de sonidos y voces que hablan de sueños, amores y sentires y que rezuman dulzura. Melodías y palabras que exploran vivencias. Una música rebosante de delicadeza. Murmullos antiguos que acarician los sentidos. Un original canto que evoca pensamientos vividos y los expresa con una sensibilidad de poeta. Una música sutil con regusto al pasado, hija de un amante de todas las literaturas.
Támiris es, en palabras de Paco Escobar, una obra en la que “se invita al oyente-lector a que escuche y se adentre de forma reflexiva más allá de la materialidad físico-acústica de la música en el sonido de su alma a través de las emociones, representado en la ficción gracias a la figura mítica de Támiris.”
Támiris es además un concierto flamenco en el que aquí y allá se reconocen estilos preñados de jondura. Son apuntes que recogen ecos del pasado: jácaras, zarabandas, chaconas, folías, canarios; aires de farruca, seguiriya, zambra, soleá trianera, bulería jerezana, cartagenera, romance portuense, fandangos onubenses y de Caracol y Vallejo, tangos del Piyayo y la granaína de Chacón; y sones hispanoamericanos: vidalita, milonga, fado, corrido mejicano y tango argentino, junto a los del hermano blues y jazz. Con ellos y junto a ellos se escucha también el rumor del agua, el roce de las hojas de un árbol, en canto del pájaro, el sonido del viento y hasta la música de la luz.
Un sentido concierto que Escobar dedica a su maestro Leo Brouwer con emotivos recuerdos a Albéniz, Turina, Rodrigo, Granados, Falla, Bach, Bartok, Stravisnki, Takemitsu, Philip Glass, Piazzolla, Manuel Castillo, Mayte Martín, José Antonio Rodríguez y a su propio padre.
Támaris se abre con un bello prólogo de Javier Salvago. Para su grabación Escobar ha reunido voces e instrumentos. Todos tienen que ver en alguna medida con sus inquietudes poéticas y musicales. Acompañan a su guitarra la percusión de Antonio Moreno, el saxo de Juan Manuel Jiménez, la viola de Calia Álvarez, el grupo Artefactum, la trompa de Rafael Mira y las voces de Carmen Molina, David Lagos, Esperanza Fernández, Ezequiel Benítez, Inés Bacán, María Marín, Márquez “El Zapatero”, Mayte Salgueiro, Rocío Márquez y Tomás de Perrate. Entre todos dan vida a los versos y las palabras de Alberto Prieto, Javier Salvago, José Luis Rodríguez Ojeda, Juan Peña, Miguel Florián y Silvia G. Coillard.
Tamiris son 16 temas que se escuchan con deleite y despiertan en el oyente recuerdos y emociones vividas. 16 temas acompañados por un jugoso libro ilustrado por Daniel Pérez Galisteo, Olivia Pierrugues y Pablo Tejada. Una obra absolutamente recomendable.
José Luis Navarro
