Sucedió en la Sala Chicarreros. Se llamaba Jueves Flamenco y llevaba más de un año muerto. Llegó Lombo y dijo las palabras mágicas, “Levántate y baila”, y, cual un Lázaro bíblico, Javier Barón hizo el milagro: el Jueves Flamenco resucitó.
Con el apoyo de las voces pujantes de David el Galli y Javier
Ribera, la guitarra inspirada de Javier Patino y los golpes precisos de la
batería de José Carrasco, Javier repasó la baraja de estilos. Los cinco fueron
pasando de un estilo a otro. Cada uno desembocaba en el siguiente con solo un
casi imperceptible cambio de ritmo o actitud. Empezaron por farruca y uno a uno
conjuraron la magia de los cantes de levante, los fandangos, los cantes de
faena, las cantiñas, la seguiriya, los tangos y, las bulerías, sin que faltasen
las soleaares de Alcalá. No podían faltar. Para eso Javier es alcalareño. Un
espectáculo en el que tampoco faltaron los solos de cante por malagueña y de
guitarra por bulería. Todos debían lucirse y todos se lucieron.
Los Jueves Flamencos
de 2022 no podían empezar con mejor pie.
José Luis Navarro