Rafael de Sevilla

 

Nos acercamos hoy a otro artista cuyo nombre pocos conocen dentro o fuera del mundo del Flamenco. Otro ilustre desconocido en el sentido exacto del término ꟷque sepamos lo llegaron a conocer Manolo Marín en Sevilla y José Antonio Ruiz en Londresꟷ. Un bailaor que disfrutó de fama y prestigio en toda Inglaterra.

 


Rafael de Sevilla se llamaba Rafael Mazuelos de la Bastida y  nació en Sevilla, en la calle Alonso el Sabio el 29 de agosto de 1919. Desde muy chico apuntaba maneras de artista. Le apasionaba el baile. Como era de familia humilde y no podía costearse una academia, iba a la calle Trajano y se asomaba a las ventanas de la de Realito a ver cómo bailaban y cómo daba él las clases. Y así es cómo él aprendió a bailar.

Tuvo una juventud difícil. Lo pasó muy mal, porque hasta le pegaron por ser homosexual. A veces se tenía que vestir de mujer para pasar desapercibido y que lo dejaran en paz. Para colmo, en su casa no era bien visto su entusiasmo por el flamenco. Por eso se marchó de España en cuanto pudo. En realidad, le pasó lo mismo que al hoy famoso Miguel de Molina.




Primero, se marchó a Barcelona y con solo 13 años se hizo profesional. Estuvo bailando algunos años en tablaos de la capital y de la Costa Brava. Allí le vio un empresario inglés, Norman McCann, y  se lo llevó a Gran Bretaña. Se afincó en Londres y estuvo 34 años en la capital inglesa. Bailó en restaurantes (Casa Pepe, Antonio’s, La Taberna, El Valencia) y creó una compañía en la que llegó a tener 31 miembros y con ella recorrió Inglaterra, Gales e Irlanda de punta a rabo, trabajando en los principales teatros y festivales con numerosas apariciones en televisión (BBC, ITV, TWW, East Anglia TV, etc.). En Inglaterra fue figura. Lástima que a España solo viniese de vacaciones y hoy no lo conozca nadie.

 


Solía denominar sus espectáculos “Fiesta Española”, “Spanish Fiesta” o “Fiesta Española y Olé” y los anunciaba como un medio de “fulfil his aim of spreading some of the sunshine and colour of his native Spain” (cumplir su objetivo de propagar algo del sol y el color de su España) para añadir a continuación: “the Company covers the whole range of emotions and feelings of the Spanish people” (La compañía cubre toda la gama de emociones y sentimientos del pueblo español). Efectivamente, en esos espectáculos incluía también números de folclore y canción española.

 


A Rafael le gustaba también que el público participase en sus funciones. Así lo decía en la publicidad:

Rafael hopes that the colourful and brilliant costumes, the exciting rhythms of the guitars, the thrill of the dance all go to make a feast for the ear and the eye; and he judges his success from the inevitable open-hearted response of his audience who are his prime concern. When he invites everyone to “play the hands”, it’s because he wants the audience to enter into the spirit of the show with him which everyone always do.

Rafael espera que el brillante y colorido vestuario, los excitantes ritmos de la guitarra, la emoción del baile se conviertan en una fiesta para la vista y el oído; y él juzga su éxito por la inevitable y  sincera respuesta del público, su principal preocupación. Cuando invita a todos a participar, es porque quiere que el público sienta con él el espíritu del espectáculo lo que todos hacen siempre.

Para terminar con un:

                        If you feel like joining in, then do so… and SALUD!

Si os apetece uniros a nosotros, hacedlo… y SALUD!



Al fondo, Maleni Imperio

 

Rafael lo bailaba todo, aunque sus palos preferidos eran las soleares y los tangos de Málaga. Le gustaba también introducir “El Berebito”, una pieza cómica en la que él cantaba, y completaba sus programas con “La Taberna del Toro”, “La Leyenda del Beso”, “El Romance de Antonio” o “La Luna y el Toro” (un número compuesto por una pieza cómica que titulaba “Ae! Ae!” y un zapateado que hacía él mismo sobre un tambor, más  el Porompompero, caracoles, sevillanas, petenera, el Café de Chinitas y una rumba que hacían los miembros de su compañía). Completaba sus espectáculos con 6 o 7 estilos (fandangos de Huelva, alegrías, seguiriyas, caña, malagueña, verdiales, tanguillos, cartagenera, jota navarra, panaderos) y un solo de guitarra.


 

Rafael, el 4º de izquierda a derecha.




Rafael, el 3º de izquierda a derecha.


En su compañía llevó como bailaoras a Maleni Imperio, Charo de Ronda, Teresa Sacromonte, Maruja de Córdoba, Rocío de Triana, Rosa Gitana, Rosario Serrano, Carmela Ruiz, Susana Montoya, Rosa María, Juanita Cruz, Juanita Flores, Sarita, María del Carmen y a Manolo Triana y José Vargas como bailaores. Para el cante tenía a Christóbal, Lionel, Rogelio de Málaga, Niño León y Rafael Rodríguez con las guitarras de El Tito, Pedro Navarro, Juan Martín, Antonio Cortés y Ricardo Cortés. En ocasiones llevaba también el piano de Juan Vincarro.



Rafael nos dejó en Sevilla el 21 de mayo de 1991. Tenía 72 años.

 

                                                                                     Ana Moya & José Luis Navarro