"Tempus" de Luisa Palicio



Tempus, estrenada en el Festival de Jerez el pasado 25 de febrero en la Sala Compañía, es, como su propio nombre expresa, una obra dedicada al Tiempo. Un viaje musical y coreográfico en el que se canta y se baila al Tiempo. Un concepto y una realidad que se hace presente en el omnipresente tic-tac de los relojes que presiden discretamente el escenario. Como lo define Luisa “Etéreo, inaccesible a los sentidos, pero que puede zarandear todo tu mundo de un solo golpe, que se escapa entre tus dedos y te cambia a su antojo sin que puedas hacer nada para detenerlo”. Es además una obra personal en la que cobran forma sus recuerdos —su padre era relojero y de niña Luisa pensaba que podía jugar con él a su capricho—.


Tempus se inicia en lo que bien puede decirse que es hoy por hoy el pasado de Luisa, su devoción por la escuela sevillana. Aparece rodeada de sus músicos y vestida con una bata de cola dorada y da toda una lección magistral de esos dos emblemas del baile hispalense. Se gira y mueve a voluntad la bata y nos regala toda una exhibición de virtuosismo, belleza y sutileza con ese mantón tan etéreo como ese Tiempo al que ella rinde homenaje.


Se quita la cola y se pone un sombrero para jugar, sensual y coquetona, por tanguillos. Viene después un original e insólito diálogo con los palillos de Chupete. Él haciendo también alarde de virtuosismo y ella luciendo unos pues nítidos y brillantes. Fue otro de los momentos que se te quedan grabados en la retina.


Vino después un baile despojado de adornos. Un baile esencial por serranas. Un baile exclusivo de manos, brazos y figura. Y sentimientos. Un baile al que ella se entregó con fruición y disfrutó y nos hizo disfrutar a manos llenas.

Y faltaba Alejandro Rodríguez. Apareció, mezcla de arlequín y duende, adornándose y jugueteando con un péndulo —un reloj ahora viviente— para entregarse al rito del taranto. Le bailan luego él y Luisa al piano de Alejandro Cruz y cierra Tempus con una evocación del Tiempo y el Amor, “El amor es simple y las cosas simples las devora el tiempo y uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida”. Y suena una vez más el tic-tac del reloj.


Acompañan a Luisa en esta aventura un inspirado Alejandro Cruz (dirección musical y artística y piano), Alejandro Rodríguez (baile), Jesús Rodríguez a la guitarra, David Jiménez “Chupete” a la percusión y Javier Ribera y Ana Gómez al cante. La obra ha sido producida por la Fundación Cristina Heeren.

                                                                                                                      José Luis Navarro