Beatriz Rivera, una joven maestra


Beatriz Rivero nació en Écija el 4 de junio de 1989. Pertenece a esa nueva generación de flamencos, cada día más numerosa, que no solo llevan la cultura jonda en la sangre, sino que además han pasado por las aulas universitarias. Es bailaora y Licenciada en Periodismo. La vi bailar por primera vez allá por 2014 y ya me llamó la atención por sus maneras. Desde entonces no ha dejado de progresar hasta convertirse hoy en una joven maestra del baile flamenco sevillano.







Así empezó todo:


Mi abuela me llevaba a comprar el pan, en el camino había una academia y siempre tenía que pararme un rato a mirar a las niñas bailar. Sólo tenía 3 añitos, y le decía “Yo quiero bailar, yo quiero bailar”. Mi madre al principio no estaba por la labor, y fue mi abuela la que me apuntó y hasta el día de hoy. Yo bailaba desde muy pequeñita fuera lo que fuera, me encantaba la canción “Sopa de Caracol” y las faldas con mucho mucho vuelo.


La academia en la que aprendió sus primeros pasos fue la de Rosa María La Chana. Después pasó por el Aula Municipal y por la de las Hemanas Soria. 






Beatriz en 2014




De Écija a Sevilla...

Pero claro, en Écija solo hay academias. Así que me vine a Sevilla y estuve en el Conservatorio. Hice también la carrera de Periodismo, porque yo en los estudios siempre he ido muy bien. Nunca los he dejado de lado.








Del Conservatorio a la Fundación de Cristina Heeren...

Cuando terminé el Conservatorio en la promoción 2011/12, me vine a la Fundación. Ese primer año estuve de alumna en el curso avanzado y ya en el segundo año comencé a intercalar horas de monitorado y auxiliar. Ahora, en la actualidad, estoy en mi cuarto año como profesora en la escuela.

Y de la Fundación a los tablaos...

He trabajado en algunos tablaos en todo este tiempo, pasando por Flamenquería, La Caja Negra, El Felahmengu... entre otros. Ahora trabajo en el Teatro Flamenco Triana y en el Callejón del Embrujo. Durante los veranos participé, varios años consecutivos, en los “Veranillos del Alamillo”. También he pasado por algunas Peñas como Torre Macarena, La Platería en Granada, El Alto de la Fuente en Gélves... y en el Circuito de Peñas de Guardia.



Con Fernando Jiménez en el Teatro de la Fundación


Como es natural, Beatriz tiene sus palos favoritos.

Sobre todos, las alegrías y el taranto. El taranto es un baile con el que me identifico mucho. La soleá me encanta, pero le tengo un respeto increíble. La soleá para mí es como el Dios. Le tengo muchísimo respeto.



Por tarantos


Beatriz muere por la escuela sevillana y, claro, su modelo y su referente es Milagros Mengíbar. Así lo confiesa ella:

Para mí, mi maestra es Milagros. Ella refleja para mí el modelo femenino del baile por excelencia, para llevarlo a cabo se necesita una técnica muy avanzada: precisión, compás, fuerza, temble, y como no sabiduría del cante y el toque también. Es un baile vivo, muy actual.



Por alegrías




Un par de premios:

2010. Primer Premio en el Concurso del Conservatorio de Sevilla “Antonio Ruiz Soler”.
2009. Segundo Premio en la modalidad de Famenco en el Concurso Andaluz de Danza de Córdoba. 





Y así encara ella el futuro...

Yo veo mi vida a través del baile. Creo que es muy difícil, pero como a mí me gusta buscar el lado positivo de las cosas, creo que con trabajo y esfuerzo se consiguen cosas, y consigues momentos muy bonitos que no te los da otra profesión.


                                                                                                               José Luis Navarro