Sara Baras celebra con “Sombras” 20 años de baile


Sara Baras (San Fernando, 1971) le debe mucho a la farruca. Es, como ella afirma, el “palo que más me ha marcado”, un estilo que antes de ella era cosa solo de hombres. Por eso, al hacer balance de dos décadas recorriendo el mundo con su compañía, ha querido rendirle homenaje. Porque eso es Sombras, un homenaje a la farruca, que Sara estrenó un 28 de septiembre de 2017 en el Auditorio Baluarte de Pamplona.


En Sombras Sara vuelve a asombrarnos con unos pies incomparables, capaces de matizar cada golpe ad infinitum. Con ellos inunda de sonoridades cada una de las 8 escenas en las que interviene. Como es habitual en cualquier montaje de la gaditana, son los auténticos protagonistas de sus coreografías. Luce también faldas vaporosas que revolotean como mantones y, aquí y allá, unos brazos que adornan el cuerpo o que señalan a las alturas para rubricar un cuadro con luz cenital. 


Sombras es una propuesta bien construida, milimétricamente medida, con fluidas transiciones y momentos especialmente logrados. Se inicia con seis sombras que modulan al fondo del escenario movimientos, formas y figuras específicas de la farruca, como preludio a su aparición en escena y la primera coreografía del omnipresente estilo. Sara baila también la serrana con remate por seguiriya y el Pequeño vals vienés de García Lorca, dialoga con Villegas por alegrías y se entrega al rito de la bulería. Y el cuerpo de baile hace un romance rematado por martinetes, un zapateado y la mariana.

Acompañan a Sara las guitarras de Keko Baldomero, autor de la música, y Andrés Martínez, el saxofón, la armónica y la flauta de Diego Villegas, el cante de Rubio de Pruna e Israel Fernández, la percusión de Antonio Suárez y Manuel Muñoz "Pájaro" y un cuerpo de baile formado por María Jesús García Oviedo, Charo Pedraja, Cristina Aldón, Sonia Franco, Daniel Saltares y José Franco. Justo es mencionar también las luces de Óscar Gómez de los Reyes y el sonido de Sergio Sarmiento.

Desde luego, pocos artistas son capaces hoy de llenar un teatro como el Maestranza tres días seguidos.

                                                                                                                       José Luis Navarro