Miguel Ángel Berlanga (ed.), Norberto Torres, Ramón Soler,
Guillermo Castro y Eugenio Cobo. El Flamenco. Baile, música y lírica. Precedentes
histórico-culturales y primer desarrollo (1780-1890). Universidades de Granada
y Sevilla, 2021.
Sin duda el principal acierto de este libro es acercase al
Flamenco de la mano de 5 especialistas, cada uno en una rama específica de ese
frondoso árbol. Miguel Ángel Berlanga se encarga del baile, Norberto Torres de
la guitarra, Ramón Soler de la lírica, Guillermo Castro del cante y Eugenio
Cobo de la poesía. Los cinco parten de los primeros suspiros de lo que en las
últimas páginas de cada intervención ya puede calificarse de Flamenco. Un
período que ellos sitúan entre 1780 y 1890.
Tras un escueto y preciso prólogo de Cristina Cruces y una
introducción firmada por los cuatro, Berlanga hace un detallado y bien
documentado recorrido por el baile, fundamentado en testimonios y fuentes
escritas y alejado, afortunadamente, de esas ensoñaciones orales que solían
poblar los escritos flamencos. Lo enmarca en las características sociales de
cada uno de los períodos por los que discurre (majismo, andalucismo, llegada de
los gitanos, etc.) y las circunstancias y peculiaridades de su ejecución (baile
popular, baile cortesano, baile a solo, bolero, bailes de jaleo, etc.) hasta
llegar a la configuración final de lo que hoy llamamos baile flamenco en los
cafés cantantes finiseculares, con la relación del repertorio específicamente
flamenco (alegrías, soleares, tangos, torerías y zapateados). Unas páginas que
nos ofrecen además unas bien seleccionadas e interesantes ilustraciones
impresas con calidad y nitidez.
Norberto Torres es, hoy por hoy, el único que ha estudiado
en profundidad y con criterios artísticos y musicales la guitarra flamenca.
Distingue entre guitarra popular rasgueada de acompañamiento y guitarra culta
punteada y se detiene con detalle en los rasgos de la guitarra en el periodo
seleccionado. Da noticia de tratados (Vargas y Guzmán, Antonio Abreu, Federico
Moretti y Fernando Ferandiere) y, por supuesto, recoge cuanto hoy se sabe de
Dionisio Aguado, Trinitario Huerta, Julián Arcas, El Murciano, Patiño, Antonio
Pérez, Juan Gandulla “Habichuela”, Paco el Barbero y Paco de Lucena, así como
del guitarrero Antonio de Torres. Completa su visión de este período con los
testimonios de Estébanez Calderón, Richard Ford y Charles Dembowski. Una
aproximación completa y bien documentada al nacimiento de la guitarra flamenca.
Ramón Soler Díaz se encarga de la lírica. Se asoma a los
siglos XVI y XVII y rastrea con detalle a partir del XVIII. Es una puesta al
día de esta vertiente flamenca en la que incluye un interesante y novedoso
estudio sobre el Cancionero de Abrahan Israel
(1761-1770).
Guillermo Castro estudia el cante desde una óptica
específicamente musical y hace una exhaustiva puesta al día de cuanto se ha
publicado hasta la fecha sobre los llamados “cantes preflamencos”. Da noticia
de los siglos XVII y XVIII y de las características musicales de dichos cantes
con interesantes primicias documentales en las que da muestra de un saludable
rigor científico. Así se expresa: “En el caso del flamenco, parece que es a
partir de 1895 cuando se realizan las primeras grabaciones en cilindro y en
disco plano desde 1898. Es desde esta fecha cuando se puede seguir una línea
evolutiva sin caer en suposiciones que no son de rigor.” Cierra con una
completa descripción del primer inventario de estilos flamencos (fandango,
jaleo, caña, polo, serrana, liviana, petenera, seguiriya, soleá, cantiñas,
alegrías, juguetillos, tango, guajira, toná, martinete, carcelera, debla y
bulería) y la correspondiente bibliografía.
Finalmente, Eugenio Cobo dedica unas páginas a la poesía de
tema flamenco de la segunda mitad del XIX, con muestras de Asquerino, Alcalde,
Ros de Olano, Fernández Grilo, Valdelomar, Montoto, Reina, Gil, Rueda, Alcaide,
Manuel Machado, Paredes, Ganivet, Reyes, Delgado, Granés y Martó.
Todos terminan con las bibliografías correspondientes.
Un libro que actualiza lo que hoy conocemos de las
principales manifestaciones jondas y que esperamos tenga continuación que cubra
otros períodos de la historia del flamenco.
José Luis Navarro