"Sueños" de Juan Reina

 


Sueños es un tributo a la amistad. El fruto del feliz encuentro de la juventud y la maestría. Un acto compartido de generosidad y ambición.

Juan Reina y David Santos coincidieron como profesores en el Conservatorio Profesional de Música “Cristóbal de Morales” de Sevilla. Juan enseñaba cante y David guitarra. Surgió la amistad y nació Sueños.

Juan Reina pone maestría, conocimiento y generosidad. La maestría de más de medio siglo de profesión y la generosidad de toda una vida cantándole al baile. Porque cantar al baile, “cantar atrás”, significa mimar al bailaor, entregarse por entero para que otro pueda lucirse. Menos mal que suele acostumbrarse a dejar que el cantaor se luzca entre baile y baile. Y eso es lo que Juan lleva haciendo desde que empezase con apenas 11 en el mejor tablao de Madrid, el Corral de la Morería. Allí conoció a Marisol y a Joselito, dos jovencitos como él. Y allí cantó por rumbas para que bailara aquella chiquilla que triunfaría como actriz. Desde entonces ha recorrido medio mundo. Ha formado parte de la compañía de Juanita Reina y Caracolillo. Le ha cantado al Trío Madrid (Mario Maya, Carmen Mora y El Güito), a María Rosa, a Merche Esmeralda, a Farruco, a Antonio Canales, a Joaquín Cortés, a Javier Barón. Durante años, con la guitarra de Rafael Rodríguez ha puesto los cimientos musicales de ese grandioso monumento al baile que construyó Milagros Menjíbar.




David Santos Marina pone la juventud y la lógica ambición del que empieza, del que está dando sus primeros pasos en el mundo de la música. En Sueños toca la guitarra y el bajo eléctrico y firma como compositor y arreglista. Todo un arriesgado desafío musical y técnico. Suya es una música que tiene resonancias del pop y del jazz.

Juan pone la tradición y David la aventura. Gracias a su voz se identifican unos cantes a los que él aporta conocimiento melódico y justeza rítmica. Juntos moldean siete temas clásicos envueltos en arriesgadas tonalidades musicales (granaína, petenera, bulerías, cantiñas, serrana, alegrías, sevillanas) y esa confesión de ternura que es “Volverte a enamorar” que dedica a su hija Sofía. Juan da un nuevo paso en su carrera artística y pone el sello flamenco al sonido del violonchelo, el bajo eléctrico y la percusión.

Con ellos está el polifacético Manuel Márquez de Villamanrique, autor de las letras, Guillermo Martín Gámiz, violonchelista, Alejandro Pichardo Saavedra, percusionista, y los coros y palmas de Raquel Cabello, Adrián Domínguez y Manuel González el Barbas.

A todos os deseamos la mejor fortuna en esta nueva aventura.

                                                                                                                            José Luis Navarro