Paula Comitre nació el 15 de octubre de 1994 en Sevilla y ha vivido dedicada a la danza desde los 3 años. Se formó inicialmente en el Conservatorio de Sevilla y en el Ballet flamenco de Andalucía. A partir de su salida del BFA ha vivido una intensa trayectoria artística cuajada de éxitos. Primero con Nacida sombra de Rafaela Carrasco y El Encuentro y Fandango de David Coria y después con sus propias obras: Cámara abierta (2020), Alegorías y Cuerpo nombrado (2022).
Paula funde una técnica depurada con
una imaginación desbordante. Así ha conseguido, hasta la fecha, el Premio
Revelación del Festival de Jerez y el Giraldillo Revelación de la Bienal de
Sevilla.
Cuerpo nombrado se estrenó el 22 de marzo de 2022 en
Casablanca en unas sesiones auspiciadas por el Instituto Cervantes en Marruecos.
Después se representó el 23 en Rabat y el 24 en Tánger. El 28 de marzo se
estrenó en España en el Teatro Fernán Gómez de Madrid y después viajó, también
bajo los auspicios del Instituto Cervantes, a Londres 25 de junio y a Manchester
el 26. El pasado 20 de mayo se representó en Luxemburgo, en el Flamenco
Festival Esch.
La obra es un auténtico tour-de-force. En un escenario desnudo
Paula revive el pasado del baile flamenco —su soleá, escobilla incluida, fue
antológica— y se adentra y explora su futuro.
Da una lección magistral de palillos (fandangos con remate de serrana), juega con el abanico (Guajira) y la bata de cola (mariana).
Con ella el mantón cobra vida y envuelta en él por encima de su cabeza se despide (soleá-romance).
Toda una lección magistral de dominio
técnico y un torbellino de creatividad y elegancia. Consiguió lo que tan pocas
veces ocurre en un patio de butacas: hacernos sentir el escalofrío de la
presencia del duende.
Paula se presentó acompañada por un
atrás excepcional: Jesús Corbacho, Antonio Campos y Miguel Ortega al cante y
Juan Campallo a la guitarra. Los cuatro la llevaron en volandas en todo el
recorrido dancístico.
El público vibró con ella y la
despidió con un estruendoso aplauso.
Enhorabuena, Paula.