FLAMENCO VIENE DEL SUR
“Flamencas”
Sandra Carrasco y María
Mezcle
La onubense Sandra
Carrasco y la sanluqueña María Mezcle aportaron como novedad a la programación
de “Flamenco Viene del Sur” melodías no muy frecuentes en el flamenco contemporáneo
y con mucha presencia de la canción española. Un concierto ciertamente lírico,
quizás poco jondo, algo que no quita ningún valor. Fue un cartel compartido,
dividido en dos recitales y con unos temas comunes al final del concierto.
Sandra Carrasco posee un timbre de voz ─con mucha dulzura─ que le permite defender muy diversos estilos musicales. El repertorio elegido para esta ocasión tuvo momentos de bastante interés.
Comenzó con una curiosa
toná campesina (un cante de cuadrilla), un remate clásico de toná, enlazando
con una zambra que cantaba Pepe Pinto, parte de Romance de Juan de Osuna, un
final morentiano y una milonga de Pepe Marchena. Todo realizado con mucho gusto
e inteligencia.
Tras un precioso trémolo
como introducción de David de Arahal, que la acompañó con exquisito gusto toda
la noche, hizo una malagueña de Chacón atribuida al maestro Ojana, una bandolá
de Juan Breva y una rondeña del repertorio de Juan Valderrama.
Por soleares, Sandra nos
recuerda ─íntegra─ la versión más antigua que
tenemos de la llamada soleá de Charamusco, grabada por el maestro Pepe Marchena
en 1963. Una gozada.
Unas sevillanas creadas
para Estrella Morente rinden pleitesía a una familia inolvidable.
Por último, Sandra vuelve
a acordarse del maestro Pepe Marchena, cantando de manera muy personal y
sentida las guajiras “Cuba linda te venero” y “En San Juan de los Remedios”.
¡Viva Marchena!, gritó
Sandra.
La participación de María Mezcle fue posiblemente más
tradicional, aunque es muy de valorar sus apuestas por nuevas letras y nuevas
composiciones. Asume el riesgo y hay que aplaudirlo. Le acompaña la guitarra
del madrileño Johnny Jiménez.
Comenzó su actuación con
unas sevillanas propias, compuestas en honor a Camarón, Farruco, Paco de Lucía
y La Niña de los Peines. Toda una declaración de principios estéticos.
Continuó con unas
granaínas camaronianas rematadas por la malagueña del Mellizo. Por alegrías se
acordó de Camarón, Tía Luisa Butrón y la Niña de los Peines.
Por tientos-tangos, cantó
temas de Paco Cepero-Juan Villar, de la Niña de los Peines y de Enrique
Morente. Muy emotivo el recuerdo de “la Estrella” de Enrique.
Cerró por bulerías, un popurrí y recuerdos de Juana la del Revuelo.
Para finalizar el cartel
compartido, ambas artistas improvisaron por bulerías, acompañadas por la guitarra de Johnny Jiménez y David de Arahal, al alimón, echaron mano del repertorio de los grandes de la copla
(Quiroga, Rafael de León, Valverde, Roselló, Mostazo…) con temas conocidos como
“Triniá”, “Ojos verdes” y “La bien pagá”.
Un recital que refrescó
de nuevas ─y
tradicionales─
melodías los aires del ya veterano Teatro Central, que cumple en estos días los
treinta años.
Poco público –debido al calor y las dificultades ocasionadas por un magno concierto en un Estadio muy cercano-, que agradeció la entrega y calidad de la propuesta.
Manuel Alcántara