CANASTERA
Pedro el Granaíno
Los pilares del universo sonoro de Pedro el Granaíno nos remiten a Camarón y a Enrique Morente; y los cimientos, al conocimiento y aprendizaje de los fundamentos de este arte: Tomás Pavón, Chacón, Torres, Vallejo…
La voz, el metal de Pedro el Granaíno ─una voz rota, capaz de dar varios tonos a la vez─, es sin duda una de las más interesantes del flamenco actual1. Es posible que en el recital se le rompa, que no pueda respirar bien… No importa, la verdad y la flamencura que transmite es incuestionable. A los hechos me remito.
Empezó por tonás, con la toná de origen -como la llamaba el sabio aficionado Pierre Lefranc-; continuó con una carcelera y la debla, en la que se acordó –cómo no- de Tomás Pavón, de Triana y de su suegro el Baboso. De cierre, el “y si no es verdad…”
Soleá
Salía camaronera, con los
estilos de Joaquín el de la Paula (“Quisiera volverme niño…”) y su cambio (“Mi
pare me lo decía”); sigue con la soleá de Cádiz de Enrique el Mellizo acordándose de Camarón (“Maíta de mi alma,
que dime dónde estás metía”), el estilo trianero de La Andonda (“Y por el
hablar de la gente, olvié yo a quien bien quería…”), el utrerano de La Serneta
(“Yo nunca a la ley falté”) volviendo a la Andonda (“Si tu mal no tiene cura, ¡ay!”)
y rematando por Alcalá (“Manolito el de María…”). Se acuerda de Tomás, de
Fernanda y de Rancapino en algunos detalles, con aportaciones propias.
Alegrías
Por alegrías vuelve a
acordarse de Camarón (“Le dicen a los de Cai, los gitanitos del Puerto...”, “de
San Fernando a Caí yo voy pensando”), de Pepe de Lucía (“Pueblos de la tierra
mía”) de el Águila y de Enrique Morente (“El agua no la aminoro”), de nuevo
Camarón (“Que con la luz del cigarro”) (“Que estás tan descoloría”) (A los
titirimundi”) y siempre presente la venerada Perla de Cádiz.
Granaínas
La interesante
introducción de Antonio del Patrocinio en las granaínas le llevó a acordarse de
Manuel Vallejo. ¿Es posible cantar por este palo y no rendirle un homenaje a
este olvidado artista? La segunda granaína tuvo matices de D. Antonio Chacón.
El remate, muy original, abandolando los fandangos de la Parrala versión Tomás
Pavón (“Amapolas de un trigal”), y los de Niño Isidro y Rengel, con las
aportaciones de Manuel Torres (“Olas de la mar en calma”), parecía coger de
sorpresa al propio equipo.
El tema que da título al
espectáculo, “Canastera”, comenzó con unas interesantísimas y jondas variaciones
en el bajo eléctrico de Julián Heredia en tono de rondeñas, para engarzar con
este difícil compás y estilo ─entre fandangos y jaleos─, creado por Camarón, Paco de
Lucía y casi seguro con la aportación de Paco Cepero, introduciendo Pedro
algunos fandangos alosneros antiguos (“La hice pecar y pecó”). A pesar de esta
dificultad, Manuela Ríos se peleó con el baile para llevarlo a su terreno ─con ramalazos farruqueros y muy
espontáneos─
terminando por bulerías.
Seguiriya
Por seguiriya, Pedro
empezó con la seguiriya de Manuel Molina (“Mal fin tenga este sueño”),
recreándose en los tonos y ralentizándolos a la manera del maestro Rancapino,
seguido del “Reniego” del trianero Tío Antonio Cagancho y terminando con el
espectacular cambio de Manuel Molina. Estuvo bien acompañado por su escudero
Antonio de Patrocinio, con algunas guiños de Javier Molina.
Bulería por soleá
Y Pedro se acordó del maestro, con el emotivo Réquiem (2017) de Vicente Amigo a la
muerte de Paco de Lucía. Ritmo interno de una bulería por soleá.
Será la Tierra, serán los Soles, Mares y Luna quienes te añoren.Será el flamenco quien con más fuerza te eche de menos y a ti te llore.Será Sevilla, será Triana, será Santiago, Cai y Granada.Serán mis sueños por siempre tuyos. Será la Tierra, seca y mojada.
Manuel Alcántara
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