PRIMER DISCO DE UN CANTAOR JOVEN DE RAÍZ Y CON FUTURO
Érase una vez un profesor de la Escuela de Ingenieros de Sevilla que, a la vez, cantaba
flamenco con una jondura patente. Existe, y no es un cuento. Y presenta su primer
trabajo discográfico, titulado “Lo que siento y lo que soy”, toda una declaración de in tenciones de su autor, Edu Hidalgo. En su web personal podemos leer: Eduardo Hidalgo Fort (Edu Hidalgo), nace en Valdivia (Badajoz). Procede de una familia de tradición
flamenca ya que, su abuelo paterno, “Pilar”, cantaba flamenco y era un seguidor del
Bizco Amate; afición que continuarán su padre, siguiendo la estela de Vallejo y El Pinto
y su hermano, el cantaor Juan Luis Hidalgo “Niño de Valdivia”. Si llegamos a la lista de
primeros premios vemos los de Concurso Nacional “Mayorga” -Ciudad de Plasencia”-,
Cantes Poco Interpretados en el Concurso Silla de Oro; XVI Concurso Flamenco de
Villafranca de los Barros; “Murcia Flamenca” 2017; Soleá de Juaniquí (primero en conseguirlo, desierto desde la creación del Premio) de El Cuervo (Sevilla); III Concurso de
Cante Flamenco Peña Silverio, de Fuente del Maestre (Badajoz); III Concurso de Cante
Flamenco El Pozo de las Penas, de Los Palacios y Villafranca (Sevilla); XI Certamen de
cante por soleares “Naranjito de Triana”; y 2º Premio del Concurso Silla de Oro 2018,
La Fortuna (Leganés, Madrid), 2018.
En poco tiempo, Edu ha logrado, gracias al esfuerzo y a su enorme afición, hacerse un
hueco entre la lista de cantaores jóvenes con proyección. Y esto es lo que demuestra
con el CD que comentamos, su conocimiento grande del cante tradicional, su entrega
en cada tercio, su impronta emocional en cada palo. Tiene una voz, como suele decirse, muy flamenca, con altos bien definidos y, cuando la ocasión lo requiere, sabe bajar
con sentimiento, como en la malagueña, algo fundamental para que el cante no sea
sólo grito e incluso desmesura y teatralidad sonora.
Además de la malagueña citada, con su jabegote, encontraremos estilos como soleá
por bulerías, tientos, jaleos extremeños, alegrías y cantiñas, fandangos, bulerías, seguiriya y nana. Diez cantes realizados con soltura, intensidad. Además las letras son
otra garantía de la mano de José Luis Rodríguez Ojeda y Moreno Galván, a las que se
suman algunas del propio cantaor. Y qué decir de las guitarras, a cargo de Eduardo
Rebollar y Manolo Franco, a los que la afición admira y quiere tanto, junto a las aportaciones de Liam Howarth, Javi Gómez, David Caro, Paul Bossauder. En los jaleos y coros
hallamos, entre otros, a Nano de Jerez y Laura Vital en colaboraciones especiales.
La verdad es que nos gusta todo de este disco, pero si tenemos que destacar algo diríamos que los tientos -pura rabia-, la soleá por bulerías que abre el disco, la alegrías y
cantiñas, la soleá homenaje a Antonio Mairena (incluso le dedica una letra), la seguiriya de soporte clásico… Todo está bien estudiado y asimilado, aquí hay cantaor de raíz,
de estirpe, de fuerza y entrega para rato. Bienvenido este trabajo primero pero con
una madurez que lo sitúa en primera línea de esa juventud que viene pegando fuerte
con cante tradicional. Como dice Suárez Japón en el libreto, “descubrió muy pronto
que el futuro estaba en el pasado” y nos apunta al “disfrute de escuchar los viejos sones en nuevas voces”.
José Cenizo Jiménez