Rocío Molina cierra su Trilogía de la Guitarra en el Central

Primero fue Inicio Uno con la guitarra de Rafael Riqueni. Después, Al fondo riela con las de Eduardo Trassierra y Yeray Cortés. Y ahora, tras su estreno en Madrid el pasado 10 de diciembre de 2021 en la Sala Fernando Arrabal de Naves del Español en Matadero y su paso por el Teatro Villamarta en el XXVI Festival de Jerez el 25 de febrero de este año, llega a Sevilla, al Teatro Central, Vuelta a Uno, la culminación de la Trilogía de la Guitarra y su Relación con el Baile de Rocío Molina.




La protagonizan Rocío y Yeray Cortés, que dan forma a un insólito diálogo danza-sonanta en el que construyen una original crítica, festiva y juguetona, de la superficialidad e intrascendentalidad de la sociedad actual, al tiempo que festejan una juventud que añoran. Lo dice Rocío Molina, al  abrirse el telón, con toda seriedad: “Esto no es cualquier cosa”.

Luego, entre pueriles pompas de chicle verde y otras golosinas, luciendo un variado vestuario de lo más colorista y juvenil, primero con aspecto de colegiala formalita y después de alocada jovencita, a base de abanicos de colores y adornos en la cabeza, Rocío hace toda una exhibición de baile con apuntes de tarantos, alegrías, tangos, fandangos verdiales y bulerías. Bailes festivos para una crítica desenfadada y jocosa.





Rocío baila y zapatea con poderío, hace gala de un exquisito dominio del ritmo, se mueve por el escenario descalza, se arrastra con la lengua fuera por el suelo… Yeray la acompaña con un toque brillante y metálico, imaginativo y revolucionario la fusión que hace de acordes sinfónicos con el sonido de las seis cuerdas es absolutamente genial y sorprendente. Ambos dan muestras de un entrañable compañerismo y complicidad Rocío lo abraza y le coloca un pañuelo azul al cuello.

Los dos cierran con una reflexión vitalista una trilogía que ha explorado diferentes estadios y sentimientos.

                                                                                                José Luis Navarro