Ayer, 4 de mayo, presentó Argentina (Argentina María López
Tristancho, Huelva, 1984) su propuesta “Impulso” en Cajasol. Fue un extenso recital
(casi 2 horas) en el que hizo gala de su vasto conocimiento de los palos
flamencos. Cantó temas conocidos y temas que apenas se escuchan hoy. Todos con
el aroma de su propia personalidad. Todo un derroche conocimiento y de poderío.
Con agudos apasionados y escalofriantes. Yo eché de menos, sin embargo, algún
que otro matiz en los escasos bajos.
Empezó de pie con una toná clásica (Yo no te obligo…). Se sentó y siguió por tientos (Yo no te he dao motivo…; Carcelero si me muero…) para desembocar en los tangos. Después, la serrana, la taranta (Un pañuelo me encontré…, Te voy a comprar un refajo…), la soleá, la petenera que popularizó Naranjito (Llorando y en penitencia…), la guajira, malagueñas con remate de El Mellizo y tres tipos de rondeña.
Llegó luego el momento de la guitarra y Jesús Guerrero nos
encandiló con una magnífica composición musical.
Volvió a escena Argentina con una apasionada seguiriya (No
llamarme al meíco…), recordó su paso por Las Tendillas en 2916 e interpretó el
tema “Córdoba” de Medina Azahara, para volver a su Huelva natal por fandangos.
Cerró por alegrías y nos regaló el Romance de la Reina Mercedes
por bulerías, una canción de José Luis Rodríguez el Puma (Voy a perder la
cabeza por tu amor) y otra de José Luis Perales (¿Y cómo es él?).
En realidad, poco que ver con lo anunciado en el programa de
mano.
Mención aparte merece esa infalible máquina del ritmo que son los Melli.
En conjunto, otro éxito de la programación de Cajasol.