Agustín González Gallego. Hablando de lo que nos pasa. Notas a pie de vida. Barcelona: Universitat de Barcelona, 2022.
Agustín González, asturiano recriado en
Cartagena, es un hombre con una larga experiencia de la vida. Empezó como
marino mercante allá por los sesenta. Luego, cambió el mar por los libros.
Estudio Filosofía y Letras y terminó como Decano en la Facultad de Filosofía y
Vicerrector de la Universidad de Barcelona. Hasta la fecha ha publicado un buen
montón de libros de variado contenido.
El último, Hablando
de lo que nos pasa. Notas a pie de vida, es una suculenta serie de reflexiones
ontológicas, entre las que abundan auténticas perlas del pensamiento humano
mezcladas con una sabiduría de siglos. Es, además y por supuesto, una
encarecida invitación a pensar.
En él, hay sinceridad:
Soñar, pensar, decir, son herramientas
que tenemos para comprendernos; para el cómo manejarlas no tengo respuesta, pero
seguro que contar los sueños en voz alta no es mentir, porque, como afirma
Píndaro, el hombre es la sombra de un sueño.
Sinceridad y pasión:
La alfombra mágica de tus labios era
recorrida por los trenes de mi pasión. Pues claro que te quiero. En ese
instante los dos sacaron ases y los relojes se tomaron un respiro mientras por
tu espalda corrían gotas de ámbar que rivalizaban con tu piel.
Algo de lucidez en lo político:
A lo largo de la historia hemos ido
creando nuevas formas de organización social y, al mismo tiempo, hemos ido
repitiendo las más nefastas; algo bueno debe de tener la democracia cuando todos aquellos que no la respetan la
invocan como suya.
Qué cortas serían las prédicas de
nuestros políticos si solo nos hablaran de lo que de verdad creen. Después de
tantos siglos, hemos hablado de todo y siempre de lo mismo.
Y perplejidad filosófica:
Todo está, nada es. La muerte, la
vida, no existen, son inventos del hombre, y el hombre es un invento del
hombre. En su piso solo se movían él y las agujas del reloj: ¿Cómo orientarse?,
¿adónde ir?, ¿Qué esperar?
Algún que otro sabio consejo:
Para doblar una esquina, fíate antes
del oído que de la vista. Principio económico, no moral.
No me imagino a un cocodrilo pilotando
un avión; quizás por eso tampoco es frecuente encontrar cocodrilos en las salas
de espera de los aeropuertos. ¡Qué alivio!
Morirse es cosa de humildes, porque no
se lo puedes contar a nadie; ser perfecto debe ser de lo más aburrido. Cómo se
nota que no sabes de qué hablas.
ꟷHoy hace un día tonto.
«¿Cómo será un día listo?», pensó él.
«Tienes una maldad muy sana», le dije a Aida.
Los amigos de mi señora también son mis enemigos.
ꟷHacía mucho tiempo que no pasaba un
día tan cortoꟷ dijo él.
Los débiles no lloramos, llorar es el recurso fácil de los fuertes. Hay varias
formas de ser rico, una de ellas es no tener dinero.
ꟷ¿No lo ves? Está clarísimo ꟷdijo
ella.
ꟷ¿Tengo que contestar? ꟷdijo él.
Hablando de lo que nos pasa. Notas a pie de vida es además una pequeña antología del saber universal, tal como lo expresaron filósofos y hombres de letras. Unas veces mezcladas con las de González y las más independientes. He aquí unos ejemplos:
El hombre contra el hombre, puede que sea el más universal de los principios. Es mucho más fácil mantener el odio que el amor; el amor no puede dormir; el odio sí. «Mejor es acabar una vez que ser atormentado muchas» (Séneca)
Oscar Wilde: La memoria es un compuesto de briznas existenciales y la vida, «un mauvais quart d’heure compuesto de momentos exquisitos».
Mark Twain: Hoy no quiero jugar a las canicas contigo, estoy enfadado y quiero volver a tocar timbres, a poner trabanquetas y motes. «Desde luego no será en absoluto deseable que todos pensásemos igual. Y es la diferencia de opinión la que posibilita que existan las carreras de caballos.
Costa Gavras: En Francia hay mucha gente que pregunta
indignada a los inmigrantes si se sienten franceses. De lo que se trata es de
si ellos los consideran como tales.
George Bernard Shaw: Es mejor tener
los perros dentro de la tienda y meando fuera que tenerlos fuera y meando
dentro.
No hagas a los demás lo que no te
gustaría que te hicieran a ti. Tal vez tengan otros gustos.
Arthur Miller: El ochenta por ciento
de los norteamericanos cree que irá al cielo, pero también la mayoría piensa
que allí no encontrará a nadie conocido.
Un libro curiosamente ameno que se lee con una sonrisa en los labios. Te lo recomendamos.
José Luis Navarro