Un concierto con Ángel


El Ángel —así con mayúscula—, el hermano chico del Duende, es, en el Flamenco, la categoría suprema de la gracia, el cenit del salero, del garbo y del donaire. Y ese es el que presidió anoche en el Teatro de la Fundación Cajasol el concierto que con el título de “Territorio Flamenco” dieron Ezequiel Benítez y Remedios Reyes.
Ezequiel (Jerez, 1979) fue el sumo sacerdote de la ceremonia y Remedios Reyes (Chiclana) su sacerdotisa. El jerezano lució una voz privilegiada, muy bien timbrada, poderosa, y vocalizó a la perfección. Puso en el cante conocimiento y, especialmente por bulerías, toda la simpatía y la sal del barrio de Santiago. La chiclanera se rebuscó, sacó jondura de sus entrañas y cantó adornándose con brazos y manos. Y, ¡cómo no!, habiendo sido bailaora en sus comienzos, se descalzó e hizo su bailecito por bulerías.



Foto: Remedios Malvárez


“Territorios flamencos” comenzó, a modo de introducción, con Remedios y Ezequiel sentados alrededor de una mesa interpretando unas bulerías al golpe, al compás que les marcaban con los nudillos sus respectivos palmeros.



Foto: Jaime Martínez


Después, la primera parte corrió a cargo de Remedios —en realidad, el primero de los dos conciertos que se ofrecieron—. Hizo soleá, tangos, malagueñas del Mellizo —“Era en el mundo envidiable”, “Se la llevó Dios”—, fandangos y bulerías.



Foto: Jaime Martínez


Siguió Ezequiel con los tientos de su disco “Quimera de tiempo”, alegrías, soleá, fandangos y bulerías.



Foto: Jaime Martínez


Acompañaron a Remedios la guitarra de Vicente Santiago y las palmas de Tate y Cepa Núñez y a Ezequiel la sonanta de Paco León y el compás de José Rubichi y Cantarote, que arrancaron olés del público en las alegrías y que se dieron su pataíta en el fin de fiesta con que culminó el recital.



Foto: Jaime Martínez


"Territorio Flamenco" fue un buen concierto clásico que dio vida a las maneras y al cante de ayer, el cante de siempre.
                                                                                                                                        José Luis Navarro