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Alejandro Hurtado, Ramón Montoya y Manolo de Huelva

Alejandro Hurtado interpreta a Ramón Montoya y Manolo de Huelva, maestros del arte clásico flamenco, Estudio Hanare, 2022.


UN HOKENAJE DE CALIDAD A DOS GRANDES GUITARRISTAS FLAMENCOS



Quien no parte de la tradición está seguramente perdido aparte de equivocado. Así lo entiende, por este trabajo, Alejandro Hurtado al homenajear a dos grandes de la guitarra flamenca, nada más y nada menos que a Ramón Montoya y a Manolo de Huelva. Referentes para todo guitarrista de acompañamiento y de concierto que se precie, especialmente el primero, considerado uno de los pilares de la evolución de la guitarra flamenca, Hurtado ha querido actualizarlos, interpretarlos a su manera sin perder la esencia de los homenajeados.

El autor de esta bella obra es un guitarrista del que ha dicho Fosforito, como recoge en su página web: “Después de haber trabajado a lo largo de mi trayectoria profesional con los mejores guitarristas de mi tiempo, empezando por Niño Ricardo y pasando por el genial Paco de Lucía, doy fe de la enorme capacidad guitarrística de Alejandro Hurtado, y no me cabe duda de que está llamado a ocupar un lugar de privilegio en el mundo de la guitarra flamenca”. Reivindica el papel de la guitarra de concierto, ha estudiado guitarra clásica y flamenca. En 2017 finalizó sus estudios de Grado superior con la calificación de Matrícula de Honor y Premio extraordinario fin de carrera. La misma calificación obtuvo en el Máster Flamenco de la ESMUC (Barcelona). Posee el Bordón minero de La Unión, todo un aval. “Tamiz” fue su primer disco y ahora con el que comentamos crea una verdadera atmósfera de calidad musical y de reconocimiento a dos de sus maestros y referentes.

Recoge de cada uno cinco toques: de Ramón Montoya granaína, tangos, minera, farruca y rondeña, y de Manolo de Huelva soleares, seguiriyas,alegrías, serrana y bulerías. Un muestrario clásico de sendos repertorios en los que aúna la fidelidad a los maestros y la impronta personal de su creatividad dentro del margen posible en estos casos. Una interpretación diáfana, ajustada, sensible y madura. Como él mismo nos decía en comunicación personal, son dos formas diferentes de ver la guitarra flamencas: Montoya más dulce, lírica, con una calidad... Añadiríamos nosotros la perfección y el virtuosismo, y Manolo de Huelva más austera, seca, flamenca. Ambas se complementan y cubren unas etapas magistrales de la evolución de la guitarra flamenca.

De Montoya recoje con autenticidad sus trémolos intensos, su virtuosismo y su lirismo, como en la granaína  o la rondeña; del de Huelva, su gran calidad musical, como en la soleá; su sentido clásico y austero, como en la seguiriya; o su versión del “Anda jaleo” por bulerías, todo preciso y jondo. Una obra, en definitiva, muy recomendable, un homenaje hecho con el mayor acierto y la mayor admiración, un fruto maduro y musicalmente atractivo y logrado.

                                                                 JOSÉ CENIZO JIMÉNEZ